Fuiste a comer con tu amigo que hace 10 años no veías, charlaron, rieron y luego al llegar a tu casa, sientes como si necesitaras un gran descanso, parece como si te hubieran dado un paliza. Pero si no has hecho nada mas que ir a comer con tu amigo… Lo que no te distes cuenta es que tu amigo sin desearlo absorbió parte de tu energía vital y ahora necesitas recuperarla. Tu amigo tal vez no lo hace a propósito, tal vez necesitaba desahogarse con alguien, tal vez estaba una gran depresión que ocultaba bajo su risa, o simplemente necesitaba tu atención. Quiero decirte que has tenido un encuentro cercano con un vampiro energético. Bien en este artículo te diré qué son los vampiros energéticos y cómo protegerte de ellos.
¿Qué es son los vampiros energéticos?
Un vampiro energético es una persona que por alguna razón, tiene una necesidad de energía y no tiene las capacidades para abastecerse así mismo. Entonces por nuestra naturaleza de supervivencia va a buscar la forma de obtenerla y sentirse seguro. Existen 4 tipos de vampiros energéticos: El pasivo, el halagador, pasivo agresivo y el agresivo.
El pasivo:
El pasivo es aquel que subliminal e inconscientemente va absorber tu energía. La situación es que es tan sutil que ni tú, ni él van a darse cuenta de eso. El necesita de ti sin saberlo y es pasivo porque simplemente no te fuerza a nada. Esta persona te llamará solo para contarte sus problemas, para hablarte de sus frustraciones y como no puede lograr lo que desea en la vida. No toman ninguna acción para resolver sos problemas y siempre son las víctimas. Entonces te crean esa sensación de pena y lástima.
El halagador:
El halagador es aquel que siempre va decir que sí a todo lo que tu digas, te dará la razón en todo aunque estés equivocado. Él no desea que tu estés bien, el quiere mantenerse cerca de ti. El necesita estar a tu lado por que se siente bien, pero al igual que el pasivo, no hace nada por mejorar su vida, entonces como él no puede subir donde tú estás, desea que te quedes a su nivel. Él no desea que triunfes, porque si lo haces te vas de su lado.
El pasivo agresivo :
El pasivo agresivo es bastante parecido al pasivo, lo único que este va exigir tu presencia, y te hará saber que a ti no te importa su vida. Te buscará, te llamará y hará que te sientas preocupado, en estrés por él. El pasivo agresivo al no saber como lidiar con su carencia se vuelve algo hostíl y quiere controlar tu vida por medio de tretas y berrinches para que le hagas caso.
El agresivo:
Esta persona es un escalón más alto que el pasivo agresivo, la estrategia de esta persona para absorber la energía es mediante la humillación, la crítica y el enjuiciamiento. El agresivo no sabe que él hace eso porque le falta energía, lo hace por que al humillar y criticar se siente superior. Pero eso en parte es por nuestra causa, porque le abrimos la puerta a esas actitudes y él las va utilizar para mantenerse a ese nivel. Esta persona logra desmoralizarte y si no eres lo suficientemente fuerte, te hará mucho daño emocional, metal y físico.
¿Cuáles son los síntomas de un drenaje energético?
Los síntomas pueden variar en intensidad y características pero en general, notarás una baja en tu estado de ánimo, puede que sientas confusión y desorientado. Puede que te haga cambiar decisiones que ya habías tomado y te sentías a gusto con ellas. Dependiendo de la fuerza psíquica del vampiro, los síntomas pueden ser muy intensos en el momento, o sutiles a lo largo de varios días. Literalmente pueden tener la fuerza de nublar tu mente y causarte cansancio y hasta depresión.
¿Cómo protegerte de un vampiro energético?
El primer paso es identificarlos:
Como ya vimos, estas personas pueden lograr a ser muy sutiles y tú no saber que estás siendo víctima de un drenaje energético. Debes estar atento y en conexión contigo para poder escuchar tu cuerpo y responder con sabiduría. La mayor parte de los vampiros energéticos no saben que lo son, ellos simplemente actúan bajo un instinto de supervivencia. Además muchos de ellos son amigos, familiares y parientes que necesitan ayuda y debemos ser sabios en cómo actuar.
Ser compasivos:
La compasión no es pena, es todo lo contrario, es un estado de absoluta presencia y libre de juicio. Cuando algo nos da pena, estamos juzgando puesto que estamos diciendo que lo que le pasa a esa persona es malo. Entonces eso hace que no podamos actuar con sabiduría y tomar la mejor decision para ambos. Tenemos que reconocer que son procesos de vida que esa persona está pasando y que nuestro mayor deseo es que estén bien, pero sin hacernos daño.
Acción física:
Una vez identificada la persona y reconociendo su proceso de vida, debemos tomar una decisión, o nos quedamos ahí siendo drenados, o tomaos acción y detenemos a la persona. ¿Cómo lo hacemos? Pues debemos decirle a la persona si tienes la confianza, que no te sientes cómodo y que no deseas esa conversación. Si no es existe confianza pero tienes la oportunidad de salir de lugar, hazlo. Ahora, existe también la situación en la cual no es posible ninguna de las anteriores, entonces utilizamos nuestra energía para bloquearla.
Bloqueo de energía:
Utiliza tu energía para crear una cápsula que rodea todo tu cuerpo y evite su drenaje. Si no sabes como hacerlo simplemente utiliza tu imaginación para crearla. La imaginación no es algo que está en tu cabeza y ya, es energía a medible y utilizable. No tienes que mantenerte todo el tiempo con la imaginación, ya que no sería muy descortés y creo que vas a pasar por loco, si te ven despistado tratando de imaginar y no tengas idea después de qué se estaba conversando. Claro es necesario practicar esto para el momento en que lo necesites de verdad. En mi taller Despertar, les enseño como descubrir esa energía y manipularla a su deseo. Ademas hacemos dinámicas para simular los drenajes energéticos y fortalecer tu capacidad de bloquearlos, sin contar como aprenden de la fuerza que tienen para poder comprender la energía y sus ilimitadas capacidades.
En conclusión; somos seres espirituales viviendo experiencias humanas, quiere decir que estamos para crecer, aprender y evolucionar en paz, amor y compasión. Nadie está por encima de nadie, cada cual tiene un camino y parte de nuestra misión es comprender, servir y ayudar, pero cuidando de nuestro bienestar físico, energético y espiritual.